TOTELKERIA / LA TARTAMUDEZ EN EDADES TEMPRANAS

Sei urte bete baino lehenago estresarekin lotutako egoeratan askotan umeek hitzegiterakoan blokeiatu egiten dira eta fonemak errepikatzen dituzte.Jarraian dagoen marrazkian sakatzen baduzue  dokumentu  lagungarria daukazue.

Hasta los de los 6 años, es normal que aparezcan ciertos bloqueos y repeticiones por el desarrollo del lenguaje o asociado a situaciones de estrés.
A continuación os dejamos información que os puede ayudar




La tartamudez es una alteración del habla, caracterizada por repeticiones,interrupciones o bloqueos. Puede acompañarse de una resistencia física, frustración y temor a hablar.
- Antes de los 6 años, es normal que aparezcan ciertos bloqueos y repeticiones por el desarrollo del lenguaje o asociado a situaciones de estrés.

¿CUÁNDO TRATARLA?
- La mayoría de los especialistas aconsejan no realizar un tratamiento correctivo sistemático antes de los 7 – 8 años, suele ser ineficaz y hasta perjudicial. Hasta esta edad el problema se suele reducir o desaparecer, con las orientaciones que ahora os ofrecemos.

CAUSAS Y FACTORES QUE CONTRIBUYEN
- Los padres suelen culpabilizarse de las dificultades de fluidez y tartamudez. Vosotros no tenéis la culpa.
- La tartamudez es un trastorno que se produce en todas las culturas del mundo y cuyo origen no está del todo determinado. Las causas pueden ser múltiples.
- Los antecedentes familiares suelen ser un factor contribuyente; si lo padres tartamudean es más probable que tengan hijos tartamudos.
- El ambiente familiar puede contribuir: un ritmo de vida acelerado, muy exigente o algún acontecimiento estresante (nacimiento de un hijo, mudanza...) puede afectar al habla.

¿QUÉ PODÉIS HACER EN CASA?
- No manifestar una preocupación excesiva.
- Debéis hablar con el niño o la niña de forma lenta y relajada, empleando frases cortas y palabras sencillas.
- Reservar un período breve cada día en el que uno de los padres pueda relacionarse solo con su hijo. El objetivo es transmitirle la sensación de que es el centro de la actividad durante ese tiempo.
- La familia debe establecer turnos en las situaciones de conversación competitiva y respetarlos, por ejemplo durante las comidas, en el coche...
- No terminar las frases del niño, esperad con paciencia que termine de hablar.
- No le interrumpáis ni habléis por él.
- No hacerle repetir cuando ha “tartamudeado”.
- Evitar burlas de los hermanos o familiares por su habla, y mucho menos castigarle o regañale.
- Después que el niño diga algo, los padres debéis deteneos 1 ó 2 segundos antes de contestar.
- Muchos niños y niñas tienen más dificultades cuando están cansados o estresados: en la medida de lo posible adelantaros a estas circunstancias. Haced que el niño hable en un tono de voz suave.
- Practicad el “habla al unísono”: En una adivinanza o algo que el niño sepa de memoria, los padres hablan a la vez que él. Poco a poco van bajando el tono de voz.
- Otro ejercicio consiste en que el adulto  hable despacio
y el niño vaya repitiendo lo mismo que él. Después se intercambian los papeles.
- Enséñale a respirar profundamente por la boca. Que se ponga una mano en el pecho y otra en el estómago. Mientras inhala su estómago debe hincharse y moverse más que su pecho. Practicad este ejercicio varias veces al día.

¿CUÁNDO CONSULTAR A UN ESPECIALISTA?
- Si pasado un tiempo prudencial (un mes o dos) en el que se han aplicado estas medidas no hay mejora, debéis comentarlo al pediatra o a un logopeda para que valore la necesidad de intervenir.
- Si tartamudea bajo tensión física: además de las disfluencias el niño acompaña el habla con movimientos de los ojos o de otro tipo.
- Si muestra una preocupación excesiva por el tema o sus dificultades le hace evitar hablar o relacionarse normalmente con otros niños.


                                           
     

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